Su carrera profesional se ha centrado en ser un puente para desarrollar productos y soluciones basados en la ciencia. Sus inicios como emprendedor se remontan a 2015, cuando fundó una empresa de biofertilizantes mediante técnicas de fermentación de residuos agrícolas. Con el conocimiento generado desde la industria y los problemas reales en la producción de alimentos, en 2017 decidió enfocarse en un problema fundamental, la salud de los suelos agrícolas.
Desde entonces, Irving ha sido un puente para integrar los propósitos de los accionistas de la cadena productiva de alimentos utilizando el suelo y su microbioma como elemento integrador.
Su trabajo ha sido reconocido en diferentes medios, como 30 menores de 30 por Forbes México, por ser nombrado promesa empresarial o como innovador menor de 35 años por MIT Technology Review. Hoy, Solena es la empresa líder en el uso del microbioma del suelo para la producción eficiente y sostenible de alimentos en las Américas